Los frenos del coche se componen de cuatro piezas importantes:
– Discos de freno. Son los discos de aleación metálica. Van, normalmente, en la parte interior de la rueda ajustados al buje de la misma.
– Bomba de freno y sistema hidráulico. Es el conjunto impulsor del líquido de frenos desde el pedal de freno a los elementos que los accionan para producir la frenada.
– Pinza de freno. Es el sistema que va conectado al circuito hidráulico y que se acciona al pisar el pedal, provocando un cierre en presa sobre ambas caras del disco.
– Pastillas de freno. Son elementos de diferentes compuestos que se sitúan en las caras internas de cada pinza. Son los que entran en contacto con el disco oponiendo, por fricción, resistencia a su giro. Y provocando que el vehículo decelere y se detenga.
El desgaste o deterioro de cualquiera de estas partes supone la pérdida total o parcial de la capacidad de frenado de tu coche. Con el consiguiente riesgo de sufrir un accidente. Por lo que en nuestro taller mecánico en Peñíscola tenemos por costumbre revisar bien todo el sistema en cada mantenimiento sobre cualquier vehículo.